Una sopa de pollo con fideos y vegetales suena bastante reconfortante cuando te sientes resfriado. Si bien la sopa de pollo no te va a curar, definitivamente puede ayudar a sentirte mejor. ¿Por qué? Descubre a continuación.
Para entender los beneficios de este plato nostálgico y reconfortante, primero analicemos sus ingredientes:
- Caldo de pollo: un caldo sustancioso contiene vitaminas, minerales y algo de grasa. Proporciona hidratación y estimula la limpieza nasal. Eso es especialmente útil cuando tienes fiebre y corres el riesgo de deshidratarte.
- Zanahorias, apio, cebolla: estos vegetales contienen vitaminas A y C, y otros antioxidantes. Estos nutrientes ayudan a desarrollar un sistema inmunológico fuerte y a combatir los virus. Pueden ayudar al cuerpo a recuperarse más rápido de una enfermedad.
- Pollo: ¡La estrella del plato! Proporciona proteínas, que también apoyan al sistema inmunológico.
- Fideos: Altos en carbohidratos, te ayudan a sentirte lleno y satisfecho. Puedes sustituir con papas o arroz.
- Hierbas: Las hierbas como el perejil, el laurel, el tomillo o el eneldo pueden aumentar el sabor y agregar más antioxidantes para apoyar tu sistema inmunológico.
La sopa de fideos con pollo es ligera y fácil de digerir, y bastante nutritiva. Proporciona los nutrientes suficientes para mantener tu energía cuando no tienes muchas ganas de comer.
Para ampliar la gama de nutrientes puedes agregar: jengibre, jugo de limón o ajo.
Te aconsejamos tomar mucho líquido para que tu cuerpo se recupere rápidamente. También es importante recordar que una buena sopa no es un sustituto de la medicina o consejo médico. Si te sientes enfermo, siempre es mejor acudir a tu médico.
Sopa de pollo para el resfriado
Tiempo de preparación: 20 minutos
Cocina: 30 minutos
Porciones: 4-6 porciones
Ingredientes:
1 libra de muslos de Pollo Rey, deshuesados y sin piel
1 cucharada de aceite de oliva
1 cebolla, picada
3 zanahorias, peladas y en cubitos
2 ramas de apio, en cubitos
3 dientes de ajo, picados
1 cucharada de jengibre recién rallado
1 cucharada de cilantro picado
1 cucharada de perejil picado
1 cucharada de hierbabuena picado
5 tazas de caldo de pollo
2 hojas de laurel
3/4 de taza de pasta cruda
Jugo de 1 limón
Sal y pimienta negra recién molida, al gusto
2 cucharadas de cebollín fresco picado
Preparación:
1. Calienta 1 cucharada de aceite de oliva en una olla grande a fuego medio. Agrega la cebolla, las zanahorias y el apio. Cocina, mezclando ocasionalmente, hasta que estén tiernos, unos 3-4 minutos. Agrega el ajo, el jengibre, el cilantro, el perejil y la hierbabuena y mezcla alrededor de 1 a 2 minutos.
2. Mezcla el caldo de pollo, las hojas de laurel y 1 taza de agua; lleva a hervir. Agrega el pollo; reduce el calor y cocina a fuego lento. Cocina, tapado, hasta que el pollo esté bien cocido, unos 10-12 minutos. Retira el pollo y desmenuza; reserva.
3. Agrega la pasta y cocina hasta que esté tierna, alrededor de 8-10 minutos.
4. Agrega el pollo y el jugo de limón; sazona con sal y pimienta, al gusto.
5. Sirve inmediatamente, adornando con cebollín, si lo deseas.